Milena tiene una voz suave. Tras superar la formalidad que envuelve la charla telefónica, la actriz más famosa del cine porno argentino se entrega lentamente a las peripecias del diálogo para contar detalles de su vida y de su carrera. Todo comenzó a fines de la década del 90, cuando tenía 18 años, de la mano del director Rubén Danilo. Hoy, a los 30, Milena Hot -como se la conoce en la industria- se define como una artista del género para adultos y afirma que, pese a los prejuicios que hay en torno a su profesión, no se considera una prostituta.
-¿Qué sentiste la primera vez que te filmaron en una escena?
-Fue muy difícil, porque la mayoría de las chicas se inician en la profesión lo hace con uno o dos actores. A mí me tocó comenzar con cinco y recuerdo que estaba muy nerviosa. Pero el esfuerzo valió la pena porque esa grabación me permitió pisar fuerte.
-¿Por qué decidiste trabajar en esta industria?
-Siempre fui muy liberal. Cuando iba a la secundaria miraba películas y revistas pornográficas. Allí surgió la curiosidad de conocer cómo este mundo por dentro. Desde el principio, tuve la idea de ser una actriz profesional. Esta mirada es lo que les falta a muchas de las chicas que comienzan, ya que quieren el éxito inmediato y eso sólo se consigue con trabajo y esfuerzo.
-¿Cómo llegó a tus manos la posibilidad de ingresar en este ámbito?
-A los 18 años, trabajaba como promotora en un boliche y Danilo me propuso participar de una de sus películas. Yo tenía claro que quería dedicarme a esto y acepté el desafío. Mi mamá fue la primera en enterarse y por suerte recibí su apoyo incondicional.
-Ya pasaron 12 años de carrera ¿cómo te preparás para filmar una película? ¿Hay alguna rutina?
-Comienzo dos semanas antes de grabar: hago ejercicios en el gimnasio y también me relajo en un spa. Esto lo aprendí de las actrices norteamericanas y de las europeas. A muchas de ellas las conocí en los festivales internacionales de Las Vegas, de Barcelona y de Madrid, donde intervenimos desde hace muchos años. Dos días antes de filmar como muy liviano para no tener problemas durante el rodaje, que se concreta en un solo día.
-En 2005, protagonizaste “Gang bang, las fantasías de Milena” y conseguiste el récord de la mayor cantidad de penetraciones en una película latinoamericana ¿Cómo fue esa experiencia?
Era mi primera vez con 25 actores. Venía trabajando con siete por película. Cuando me ofrecieron esta posibilidad pensaba que me iban a matar, pero finalmente acepté porque sabía que podía superar el desafío.
-¿Quién es tu referente en la actuación?
Para mí, la máxima estrella del cine porno es la actriz norteamericana Belladona, porque es muy transgresora. Sin embargo, también destaco la carrera de la italiana La Cicciolina, una de las referentes históricas del género.
-En 2000 ganaste tu primer premio internacional y, desde ahí, los reconocimientos en el exterior no cesaron: ¿cuál es tu consideración respecto del público argentino?
De a poco, la gente nos va reconociendo. Cuando camino por la calle algunos me saludan y me piden autógrafos. Sin embargo, creo que es necesario que la industria porno crezca en el país para que se conozca aún más nuestro trabajo.
-¿Te afectan los estigmas que la sociedad tiene acerca de tu profesión?
Cuando comencé me preocupaban. Ahora ya no y me considero una artista de este género. En la Argentina pasa algo raro: muchos me conocen y vieron mis películas, pero no me respetan. Yo tengo muy claro que no soy ninguna prostituta.
-¿Cómo sos en la vida cotidiana?
Tengo una vida normal: me levanto temprano, llevo a mi hija de 11 años al colegio y después voy a la productora en la que trabajo junto a Danilo. Allí participo de la edición de imágenes y trato de aprender también sobre el funcionamiento de la empresa, que incluye la producción de espectáculos en boliches, entre otras cosas.
-¿Tu hija sabe a qué te dedicas?
Cuando ella tenía seis años tuve que contarle porque muchos padres de sus compañeros me pedían autógrafos cuando iba a buscarla del colegio. Ella es una nena feliz y se siente cómoda con mi trabajo y con la relación tenemos.
-¿Tenés novio?
No tengo. La verdad, con esta profesión es difícil mantener una relación.
-¿Es cierto que estudias abogacía?
Sí. Por el momento, me dedico exclusivamente a mi profesión de actriz, pero en el futuro me gustaría terminar la carrera, ya que me faltan pocas materias. LA GACETA ©